Estaba tomando un poco de café ardiendo
para mantenerme despierto. Las quemaduras en la lengua me recuerdan aquellas veces
en que nos fundíamos juntos, solíamos derretirnos como dos cubos de hielo, la
lluvia al rozar nuestro cuerpo parecía acida. Adoraba el invierno, el frío
siempre fue una buena escusa para adornar tu cuerpo de abrazos, pero todo dio
un giro cuando te fuiste, a menudo salgo a comprar tu perfume favorito y lo riego por cada rincón de mi habitación,
almenos así te siento conmigo. Sera que el amor es adictivo que te convertiste
en mi droga favorita. Que las heridas duelen pero me gustan porque significa
que aun te tengo viva en mí. Heridas de placer. ¿Las hojas del calendario? las rompí
todas des de que el tiempo dejo de tener importancia. Ojala pudieras venir
conmigo una vez más para llenarme de otra carga de recuerdos cargados de ron
para sobrevivir otra eternidad sin ti, porque si no estas conmigo sólo soy una persona más tratando de encontrar un lugar en este mundo.
¿A quién quiero
engañar cuando sonrío? Sólo soy una persona más con el corazón sangrando, cociéndome
las heridas en carne viva, bebiendo licor barato mientras quemo tus fotos.
Mira el espejo que hijo de puta es mostrándonos ese reflejo
que daña el alma, que suelas tan desgastadas parece que caminara sobre clavos. Conseguiría
un arma cargada sólo para vaciar las balas en mi cien con tal de no pensarte
más, pero cuanto más lo pienso comprendo
que da igual el tiempo, el cómo o el donde, yo seguiré siendo para ti y tu seguirás
perdida en mi.
Respiro profundamente
con humo en los pulmones, soltare el gas todo será más fácil entonces. Suicida
pensaran, cobarde dirán otros, pero que sabrán si de un cobarde se esconde la valentía
pura, esa que te impulsa a acabar con todo.
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