Te escribo a
escondidas entre líneas de papel mojado para que cada palabra nueva sea más nítida
que la anterior, para que cada palabra que deje atrás se vaya perdiendo, como
el pasado que me dejaste en recuerdos, como el presente amargo que vivo y el
futuro en el que espero no duelas tanto. Mi pecho está resentido contigo. ¿Cómo le explico que tu ausencia no debe doler?,
que debemos seguir luchando aunque su pasatiempo favorito (Amarte) se ha
desvanecido contigo. El odio y el rencor te envían postales constantemente, la
esperanza aun sostiene la mecha encendida (Pobre ingenua) para buscarte
entre tanta oscuridad. Dile a mi pluma que deje de escribirte, hablar de ti me
agota, hablar de ti me mata. "Deja de dolerme por favor", repito cada noche
mientras me juro será la última botella que beba por ti. La luna y las
estrellas saben que vuelvo a mentir como siempre.
Debí decirte adios antes de enseñarte el juego de amar.